El flan de mi padre
En mi casa, cada uno tenemos un postre. Mi madre hacia unas natillas de escándalo, mi tiramisú está muy rico, y mi padre hace unos flanes para coronarlo rey de la casa.
Hoy os explico cómo es ese flan que tanto me gusta y qué tiene de especial.
La receta no tiene ningún tipo de misterio ni ingrediente raro de encontrar. Pero es la única cosa que no preparo en casa. Puedo liarme la manta a la cabeza y estar horas y horas cocinando, pero jamás haré un flan.
El baño María y yo no nos llevamos demasiado bien y por eso, si quiero flan, compro los ingredientes, pongo ojitos y mi padre me lo hace sin rechistar. Como es raro que pida ciertas comidas, mi bendito padre hace el flan en un periquete para tener feliz a la criatura, que soy yo. Y bueno para lo poco que vengo a casa, ¿cómo me va a decir que no?
Aunque a él también le gusta mucho y hasta Milka nos sigue cuando sacamos el flan de la nevera. ¡Pobrecita mía!
El flan lo empezó haciendo mi madre de una receta que le dió Montse, una amiga de la familia que vive en Valladolid y a mi padre le salía y le ha salido siempre mucho mejor que a ella. Por eso, el flan es cuestión paterna y nadie se mete ahí. Siempre que iban a comer con los amigos era el postre que llevaban y era triunfo seguro.
La receta, supongo que muchos ya la conocéis, ya se hace en más de una casa. Está para chuparse los dedos y comerse la flanera entera en un abrir y cerrar de ojos.
Flan de mi padre
Ingredientes:
Un bote pequeño de leche condensada (de los de 400 gramos)
4 huevos
4 medidas de leche
4 cucharadas de azúcar blanco
Azúcar para cubrir la base de la flanera para hacer el azúcar
Elaboración:
Batimos los huevos, con el bote entero de leche condensada, la leche y el azúcar.
Hacemos el caramelo con la cantidad de azúcar que necesitemos para cubrir nuestra flanera. Podemos utilizar un cazo o sartén, o bien hacerlo en el mismo recipiente si se puede poner al fuego.
Colocamos el caramelo en el fondo y la mezcla líquida encima y colocamos al baño maría, preferiblemente en una olla grande a fuego medio.
Es importante ir controlando la cantidad de agua del baño, puesto que generalmente requiere ir añadiendo pequeñas cantidades. Cuajamos durante unos 40 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio.
Dejamos enfriar y desmoldamos.
Ideas y sugerencias:
· Es una receta sencilla que no requiere de más ingredientes. Se puede rebajar el azúcar blanco o poner más o menos caramelo en función del dulzor. También raspar una vaina de vainilla o agregar vainilla en pasta.
· Se conserva en la nevera 3 o 4 días en un recipiente cerrado.
· La misma receta se puede hacer en flanes de ración.
· Se puede hacer el baño maría en el horno, pero en mi casa siempre se ha hecho al fuego aunque de la otra forma también salga bueno.
· Se puede utilizar leche entera, semi o desnatada. No he probado con leches vegetales ni con azúcar moreno. Siempre azúcar blanco y leche de vaca.
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